Cuando Isabel I murió un 24 de marzo de 1603, Jacobo VI tenía todas las papeletas para ocupar el trono de Inglaterra frente a otros. El consejo privado de Isabel, mayoritariamente protestante, escribió inmediatamente a Jacobo ofreciéndole la corona. Por supuesto, éste aceptó.
Una vez solucionados sus asuntos en Escocia, Jacobo viajó a Londres, en una gran procesión real. Por eso se le conoce como Jacobo VI y I de Inglaterra. El rey escocés llegó con la intención de unir ambos reinos, hasta entonces hostiles. La llamó una «bendita unión», de «corazones y mentes».
¡CONTENIDO BLOQUEADO!
Suscribirse
Accedes a todo el contenido por una mínima cuota.Más contenido de calidad.