Jacobo IV fue el hijo mayor de Jacobo III y Margarita de Dinamarca y se dice que fue educado, principalmente, por su madre, una mujer fuerte y más popular que su marido. La reina Margarita murió cuando Jacobo tenía sólo 12 años, no hay mucho escrito sobre sus dos años siguientes hasta que las cosas llegaron a un punto crítico para Jacobo III cuando los nobles se rebelaron contra él, su hijo fue la figura de la rebelión, con sólo 14 años su padre murió en circunstancias inexplicables después de la batalla de Sauchieburn, dejándole como rey.
Como penitencia, cada Cuaresma, durante el resto de su vida, llevó un pesado cilicio de cadena de hierro alrededor de la cintura, junto a la piel. Cada año añadía onzas adicionales.
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